Guardia Civil

Acuerda intensificar los protocolos  de detección y seguimiento de casos; reforzar los controles para garantizar el cumplimiento de las medidas; mantener las restricciones que ya se aplican en las academias culturales, escuelas deportivas y edificios públicos, reduciendo los aforos incluso por debajo de lo establecido; y suspender la Feria del Caballo, que debería celebrarse en marzo.

El Ayuntamiento, las autoridades sanitarias locales, la Guardia Civil y la Policía Local refuerzan la coordinación y por unanimidad piden a los cartayeros “que actúen desde la responsabilidad y reduzcan a lo absolutamente imprescindible los contactos personales con familiares y amigos, porque, están siendo el principal foco de contagio en nuestro pueblo”, señala la alcaldesa.

La intervención, fruto de la colaboración de ambos cuerpos de seguridad, se salda también con la detención de una persona, que fue sorprendida mientras intentaba huir.

Durante toda la mañana, y dando continuidad a las labores realizadas ayer tarde, los operarios de Obras y Servicios, Electricidad y las empresas que se encargan de  limpieza viaria y jardinería han trabajado intensamente para retirar árboles de la vía pública y reparar los desperfectos en el tendido eléctrico, las farolas y el mobiliario urbano. Son los principales desperfectos ocasionados por la borrasca Bárbara en la localidad, según han destacado la alcaldesa y la concejala de Obras y Servicios, que esta mañana ha comprobado sobre el terreno el alcance de los daños.

Las fuertes rachas de viento han ocasionado desprendimientos de árboles, caídas de farolas, cortes de carreteras y daños importantes en vehículos estacionados y en el mobiliario urbano. Un amplio dispositivo municipal, que integran la Policía Local y los operarios de Obras y Servicios y Jardinería, con la colaboración de los Bomberos  y la Guardia Civil trabaja a esta hora “para restablecer la normalidad lo antes posible”, señalan la alcaldesa, el concejal de Seguridad Ciudadana y la concejala de Obras y Servicios, que se han desplazado a la zona.

La Policía Local y la Guardia Civil aumentan la vigilancia para controlar el uso de mascarillas, y el cumplimiento de prohibiciones como las concentraciones de personas en espacios públicos y las reuniones numerosas, que están siendo el foco de contagio en la localidad.

La alcaldesa pide “una reacción urgente y responsable de toda la sociedad cartayera para parar el repunte de casos de los últimos días, porque entramos en un periodo otoñal de mayor riesgo y es absolutamente necesario extremar la precaución”.

Coincidiendo con el fin de semana en el que se hubieran celebrado las fiestas del núcleo costero, suspendidas por la pandemia, ponen en marcha un dispositivo especial de control y vigilancia para velar por el cumplimiento de la normativa de prevención del COVID-19, especialmente para evitar que se produzcan concentraciones no permitidas y que puedan entrañar riesgos para la salud pública. Se refuerza también la vigilancia en el río, con la presencia de la Policía Portuaria.

La Comisión decide, por unanimidad, la suspensión de la Feria y Fiestas. Además acuerda poner en marcha un Plan de Actuación de Emergencia que recoja por escrito los protocolos de actuación ante posibles rebrotes de COVID-19, “para poder actuar con eficacia y rapidez ante este tipo de situaciones de emergencia”. Este órgano lo preside la alcaldesa, Pepa González Bayo, y también forman parte del mismo, además del equipo de Gobierno Municipal, la Policía Local, Guardia Civil de Cartaya y El Rompido, y el Centro de Salud.

El fuego ha calcinado parte del material de plástico almacenado y parte del pasto que rodea la instalación. En las labores de extinción han participado efectivos del INFOCA, del Consorcio de Bomberos, agentes medioambientales del Ayuntamiento y de la Junta, Policía Local y Guardia Civil.

La Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Local, investiga los hechos y mantiene operativo un dispositivo de búsqueda de las dos personas que, según los testigos, huyeron del lugar de los hechos. 

Policía Local y Guardia Civil intensifican su presencia y, además de controlar la mayor circulación de personas, evitan las concentraciones de jóvenes en las playas y vigilan a pie el cumplimiento de las normas en los espacios públicos y terrazas. Sólo se registra una denuncia por el incumplimiento del horario establecido en un local, y la situación en las playas, pese a la mayor afluencia de bañistas, ha estado controlada en todo momento, según destaca Cruz Roja.