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La tradicional y emotiva puja de la vara cierra una edición en la que tanto el Ayuntamiento, en lo organizativo, como la Hermandad, en lo religioso, hacen un balance positivo, puesto que se ha desarrollado sin incidentes de importancia. Esto demuestra, según sus responsables, que ha funcionado el dispositivo de seguridad y servicios organizado por el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno, con la colaboración de la Hermandad.
Cartaya está de resaca romera y, como es habitual, toca hacer balance. En eso andan la Hermandad de San Isidro Labrador, que se ha encargado de los actos religiosos, y el Ayuntamiento de Cartaya, que este año ha asumido toda la parte organizativa de la fiesta romera. Ambos coinciden en señalar el éxito de la edición de este año, ya que, según ha destacado el alcalde, Juan Miguel Polo, “todo el dispositivo de Seguridad y Servicios que se ha habilitado ha funcionado a la perfección, y las medidas que se han adoptado tanto desde el punto de vista de la seguridad como de la propia fiesta, han sido del agrado de los ciudadanos, que se han mostrado satisfechos con el aspecto organizativo”.
En este sentido, el primer edil ha agradecido la implicación y colaboración de la Hermandad de San Isidro, de la Subdelegación del Gobierno, de la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, los bomberos, Cruz Roja, “y todos los profesionales sanitarios y de servicios que con su trabajo han garantizado el buen discurrir de la fiesta”. Asimismo ha resaltado el trabajo de las áreas municipales, “porque todas ellas de una forma trasversal, han colaborado en la organización de una romería en la que especialmente hay que mencionar la implicación de las áreas de Seguridad, y Obras y Servicios, a cargo de Cristóbal Tavira, así como la de Festejos, de Manuel Barroso”.
Precisamente en esta línea, destacó el alcalde las medidas de seguridad entre las que subrayó la instalación de semáforos portátiles y la habilitación de carriles para peatones adicionales en la travesía de la carretera colindante con la Pradera, “lo que ha contribuido de forma muy importante a la seguridad de los romeros”, al igual que el incremento de efectivos, con la presencia de la Guardia Civil a caballo.
Por su parte, el concejal de Festejos se mostró “muy satisfecho con la gran acogida que han tenido las actuaciones musicales del sábado, un aspecto que hemos recuperado este año y que ha contribuido a enriquecer la fiesta precisamente en una noche muy especial, en la que ya brillan con luz propia los actos religiosos, con el Rosario de Antorchas, y en la que la música flamenca volvió a poner un toque romero importante a la fiesta”.
El presidente de la Hermandad, Julián Pérez Segura, quiso hacer hincapié en “agradecer la activa participación de los/as cartayeros/as en los actos y se han vivido momentos llenos de emoción durante todo el fin de semana en la Pradera”, aspecto al que se sumó el primer edil, que resaltó que “son los cartayeros los que, con su participación, están haciendo grande año tras año a la romería cartayera”.
Y precisamente en este marco, se vivió en la tarde del domingo uno de los momentos más emotivos de la fiesta romera, el traspaso de la vara de San Isidro a sus nuevos hermanos mayores: Manuel Pérez, Tino Riquelme y Francisco Prado, dándose la circunstancia este año de que uno de los hermanos salientes se queda también como hermano entrante, la familia Prado – Bayo. Todos ellos recogieron el testigo de la familia Prado – De la Corte, tras una emocionante puja que se desarrolló en la explanada de la ermita y que se prolongó durante buena parte de la tarde. Finalmente los tres amigos y sus familias, muy vinculados a la hermandad y a la romería, se hicieron con la vara por 7.000 euros, momentos antes de que la comitiva romera iniciara el camino de vuelta al municipio con el estandarte del Patrón de los Agricultores, que llegó al casco urbano pasada la medianoche.
Concluía así una fiesta romera que, entre otras imágenes para el recuerdo, ha dejado un Camino de Ida multitudinario, y la procesión del Santo por la ermita el sábado por la noche, a la luz de las antorchas que portaban la junta de gobierno de la hermandad, los hermanos mayores y los representantes del resto de hermandades de gloria y penitencia de la localidad, así como la vuelta de las actuaciones flamencas en la noche del sábado.
Y el domingo al mediodía se celebró la concurrida Misa de Romeros en honor a San Isidro, en la explanada de la ermita, oficiada por el cura párroco de la localidad, Manuel Domínguez, y presidida por las autoridades militares y civiles, con el alcalde, Juan M. Polo, a la cabeza, y con la participación del resto de hermandades de la localidad y de otras muchas de los municipios vecinos, que ofrecieron flores al santo.
Fueron algunos de los momentos más especiales de cuantos se vivieron en el recinto romero, y que quedan ya para el recuerdo de una edición de la romería cartayera que se ha cerrado con un balance muy positivo, según el Ayuntamiento, que ha asumido este año de forma íntegra la organización de la fiesta romera, y la Hermandad, que se ha encargado de todos los actos religiosos.
