Arquitectura

Castillo de los Zúñiga

Situado en pleno centro del casco urbano, se asienta sobre un cabezo de tierra arcillosa rojiza muy compacta. Declarado en 1985 Bien de Interés Cultural y restaurado a finales de los años 1990.

Fue construido en el siglo XV por D. Pedro de Zuñiga. Tenía como objetivo defender el paso de "barca del Río Piedras, la vigilancia de los terrenos que limitaban los señoríos de Lepe y Gibraleón. Además, era una zona insegura por ser atacada por piratas berberiscos y normandos. Su estructura es de forma rectangular y consta de un circuito de murallas con siete torreones cuadrados en las esquinas y en los lienzos frontales y laterales. Las torres más importantes son la torre de la Campana y la del Homenaje. Además de estas torres, había una segunda muralla baja exterior, ya desaparecida. En él destaca su patio de armas y las murallas de ocho metros de altura, con una longitud total de 130 metros.

En el S. XVI fue fortificado y puesto en estado de defensa. Se le añadió barbacana, que fue especialmente acondicionada. Fue refugio ideal para los ciudadanos ante los ataques de los portugueses ocurridos en el siglo XVII y terminó por consolidar el actual pueblo.

En el siglo XVIII se proyectó reconvertirlo en cuartel para cuerpo de guardia pero descartado el proyecto terminó abandonado en 1812. En 1815, el Duque de Béjar cedió la propiedad a la Villa.  En 1.817, fue desarmado y se adaptó para cementerios, desmantelándose la barbacana y construyendo cuarteladas de bóvedas adosadas a los muros por el interior. Conservó este uso hasta 1.872. Seguidamente fue destinado a depósito de carbones y maderas, luego de su desacralización. En 1.880 se instruye expediente para la demolición, por su estado de ruina, que se entiende que amenaza desplome, y se exhuman los cadáveres que aún conserva en las bóvedas, no los del suelo. Al igual que en otras ocasiones posteriores, la demolición no se llevó a cabo por las dificultades que entrañaba, actuándose simplemente para consolidar lo más peligroso.

Posteriormente tuvo varios usos: plaza de toros, parada de sementales del Estado, almacén del Servicio Nacional de Cereales y almacenes municipales. 

En 1.985 se  inicia un programa de restauración, financiado por la organización del V Centenario de la Unidad de España, del que se ha realizado la primera fase y que posteriormente se completó con la restauración llevada a cabo en la década de los 90, dotando al Castillo de su aspecto original. La última actuación realizada ha sido la construcción de un parque en sus laderas.

En lo concierne al uso actual de esta fortificación, han sido todos relacionados con el ocio-cultural. Se utiliza para celebración de festivales, espectáculos y temas civiles entre otros. 

El Castillo de los Zúñiga de Cartaya representa el elemento arquitectónico más importante de nuestro patrimonio.

En esta serie de imágenes que se expusieron a lo largo del 600 Aniversario de su construcción puede conocer toda su historia:

Así mismo, con motivo del citado aniversario, elaboramos una gran maqueta que representaba fielmente cómo era el castillo en sus origenes:

A continuación puede ver una galería de imágenes documentadas con la evolución del Castillo a lo largo de los años.

Casa Consistorial

Se encuentra situado en la Plaza Redonda, la cual constituye el centro cívico y representativo de la población y en cuyo perímetro se localiza también la Iglesia Parroquial Apóstol San Pedro y la Casa de la Cultura.

El edificio primitivo, denominado “las Casas Capitulares”, fue construido en 1.555 sobre el Pósito de los Pobres, que ocupaba el lugar del actual Ayuntamiento y dos casas contiguas de las calles Endrina y Hospital. De él se conservan aún los muros de carga y la disposición de la fachada.

A lo largo del tiempo ha recibido varias remodelaciones y ampliaciones. En una de estas, se sustituye el tejado a dos aguas por azotea, se remata la fachada con cornisa y pretil, y se instala un reloj en una torre construida en la esquina de la Plaza Redonda con la Calle Endrina.

Los arquitectos Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado Roíg, quisieron conservar el concepto unitario del inmueble y donde, volumétricamente, el cambio más significativo es la introducción del cuerpo del reloj que rompe la horizontalidad de la cornisa y eleva la altura del conjunto. Se introdujeron numerosos elementos decorativos del repertorio neobarroco sevillano.

La remodelada Casa Consistorial, funcional y moderna está pensada para ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos, dando cabida a todos los departamentos municipales. Esta remodelación fue obra de las arquitectas María Luz Galdames Márquez y Luisa Alarcón González.

Actualmente, el edificio es de planta trapezoidal, con dos alturas y templete en el centro de la fachada. Se organiza en dos crujías paralelas de diferente dimensión, con el acceso centrado a través de una galería porticada, rematándose el eje con la escalera imperial que conduce a la planta alta. El edificio como ya se ha mencionado, se amplia con la anexión de dos viviendas contiguas, de carácter popular y sin ningún interés arquitectónico.

Destaca su composición renacentista con la galería porticada en dos plantas. La planta baja sigue siendo la sala de atención a la ciudadanía y la superior es donde se agrupan las dependencias institucionales.

Ermita de Nuestra Señora de Consolación

La ermita de Santa María de Consolación es uno de los edificios históricos más antiguos de la Villa de Cartaya. El edificio data del siglo XVI, y según documentos posteriores, fue fundado por parte de un indiano originario de Cartaya. Es un buen ejemplo del barroco andaluz con aportaciones mudéjares.

El edificio se orienta hacia el este, y tiene la forma de un rectángulo irregular con cabecera casi cuadrada. Consta de un buque de tres naves  separadas por galerías de tres arcos de medio punto  y sustentados por pilares de sección cruciforme. A los pies de la nave central hay un coro sobre bóveda carpanel al que se accede por una escalera a los pies de la nave del norte.

El edificio original, que es básicamente el actual, salvo algunos añadidos, es de ladrillo y mampostería con cubierta de madera. En 1755 como consecuencia del Terremoto de Lisboa, el edificio fue reconstruido quedando prácticamente igual al primitivo. Es la propia Hermandad de Ntra. Sra. de Consolación la que se encarga de gestionar el funcionamiento de la ermita.

Iglesia Parroquial de San Pedro

El edificio actual se empezó a construir en 1575 siendo culminado el proceso en 1606. Está ubicado en la Plaza Redonda, pleno centro del municipio, y mide 42 x 19 m. Se trata de uno de los mejores exponentes ilustrativos de iglesias Renacentistas de Andalucía Occidental.

El conjunto de la construcción, de concepto fundamentalmente renacentista, consta de tres naves y cabecera plana, realizado con materiales mudéjares. El edificio se encuadra dentro de la reacción artística simplificadora frente a la riqueza decorativa de la época anterior. Destaca su torre-fachada,ya que hay muy pocas iglesias que acogen en su parte inferior una de las entradas al templo. Ésta era antiguamente la puerta de acceso a la iglesia, la única de estilo mudéjar. Dicho acceso en la parte trasera del núcleo urbano, se habilitó otra entrada  orientada hacia la Plaza Redonda.

En la segunda mitad del siglo XVII se añaden tres capillas en la nave del evangelio y en el siglo XVIII se edifican las actuales sacristía y portada. Por último, en el siglo XIX se añaden la sala de archivos y casa rectoral. En julio de 1936 la iglesia sufrió el saqueo y destrucción de sus retablos imágenes y enseres, quedando totalmente desmantelada. Las tareas de reconstrucción del edificio comenzaron tras la Guerra Civil Española, renovando completamente su interior. Para equipar el templo y animar las desnudas paredes, se solicitó al Museo de Sevilla la cesión de algunos cuadros. Entre ellos destaca una colección de escenas de la vida de San Francisco de Asís del siglo XVIII, del gran pintor franciscano Juan Ruiz Soriano.  En cuanto a las esculturas más antiguas destaca “El Cristo de las  Siete Palabras” del S.XVIII.

Actualmente, este edificio se conserva en buen estado ya que a mediados de los años 90 se procedió a la restauración de los elementos que estaban en mal estado, tales como la techumbre y el suelo, así como la armadura de par y nudillo de la nave central.

Convento de Ntra. Sra. de la Merced

Edificio declarado de Interés Local y por lo tanto protegido por las normas subsidiarias. Situado en el centro del casco urbano, en la manzana que da a las calles Convento y Frailes. 

Fundación de principios del s XVII, por orden de la Duquesa de Béjar para la orden de Trinitarios de Ntra. Sra. De la Merced. Es uno de los edificios más emblemáticos de la localidad, en donde resalta la torre construida a finales del s XVII con bóveda de crucería apuntada, reforzada con muy gruesos nervios, de tipo gótico-mudéjar.

El edificio, en general, consta de dos zonas bien diferenciadas: la dedicada al culto o templo y la habitacional o convento propiamente dicho. De esa zona habitacional se conserva lo siguiente:

  • Muros de carga o paredes maestras: en la planta baja el 100% y en la alta, el 74% aproximadamente.
  • Muros y arcadas de patio: un frente de un patio; se conservan los engarces de las bóvedas.
  • Cubiertas: de las bóvedas que cubrían en su totalidad la planta baja se conservan todas las de la crujía de fachada, la entrada en la crujía central, toda la exterior lateral este, todas ellas con su decoración intacta; representa esto en torno al 52% de total. En la planta alta las cubiertas eran de “ ladrillo por tabla”, usando la terminología local. En las cubiertas de las galerías de los patios se conservan los ya citados engarces de las bóvedas de planta baja.
  • Elementos decorativos: están en muy buen estado en toda la zona conservada, aunque cubiertos de cal; hay elementos significativos que están en perfecto estado, como la arquería alta de la crujía oriental.
  • Exteriores: la fachada principal se conserva completa, con la casi totalidad de sus elementos; se han alterado los vanos en diversas épocas y se le ha añadido un cuerpo en el extremo oriental, por lo que se estima que conserva un 90% de su apariencia original. La fachada posterior se conserva en un 70%, habiendo quedado exenta tras la apertura de una calle, en la que se aprecia la antigua chimenea de la cocina conventual. La fachada oriental no se puede valorar por estar oculta debido a las edificaciones posteriores.

El estado de conservación de la otra parte del edificio, templo y campanario, también exige algunas puntualizaciones:

  • La torre-campanario se conserva completa gracias a la restauración que se ha realizado este mismo año.

El templo conserva:

  • Muros de carga: todos salvo el de fachada, rehecho en el siglo pasado (s.xx); se estima lo conservado en un 89% aproximadamente.
  • Cubiertas: conserva la parte más interesante a nivel arquitectónico, la media naranja del crucero, que está completa y con todos sus detalles decorativos, incluido el florón central.

Parroquia de Nuestra Señora del Carmen - El Rompido

Dicha iglesia fue construida en 1956 por el Consorcio Almadrabero. Se realizó con los ladrillos que sobraron una vez construido el Real de la Almadraba. Los almadraberos transportaban estos ladrillos de una banda a otra en sus propias lanchas. En esta tarea participaba todo el pueblo. Además, el Ayuntamiento de Cartaya, contribuyó una aportación económica de una cantidad de 1000 de las antiguas pesetas, destinados a las obras para poder realizar esta pequeña iglesia.

En dicha iglesia se celebraba una misa a la semana a la que asistían muchos almadraberos, que paseaban en sus lanchas de vela y botes desde la Flecha del Rompido hasta la propia iglesia. Dejaban sus embarcaciones fondeadas a sólo 10 metros de la capilla. La construcción de la iglesia fue muy importante para los rompieros, ya que aparte de la misa, también se celebraban bautizos y bodas.

Faros de El Rompido

Los faros se encuentran en el núcleo costero de El Rompido con vistas al pueblo y al Paraje Natural de las Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido.

El antiguo faro se construye en 1861 sobre proyecto de Ángel Mayo y venía a balizar la desembocadura del Río Piedras a la altura de la flecha donde se encontraba la Punta del Gato. De forma troncocónica y linterna decagonal, tiene una altura de 13 metros y un alcance de iluminación de 16 millas. A partir de 1930 y por el mayor alcance que va adquiriendo el faro de Mazagón va perdiendo importancia, por lo que se sustituye su alumbrado por uno permanente de acetileno. El antiguo faro deja de funcionar en 1976 cuando empieza a operar el nuevo. Este faro está gestionado directamente por el Ayuntamiento de Cartaya. Su estado de conservación es bastante bueno, aunque en los últimos años ha perdido uno de los elementos más importante como es la lente.

El nuevo faro obedece a que, dada la situación, se necesitaba un faro de mayor altura, 31 metros, que permitiera completar el arco de navegación desde Ayamonte a Huelva. Su alcance es de 24 millas y es de forma cilíndrica y de hormigón armado. Dicho faro, es gestionado por Autoridad Portuaria de Huelva.

Puente de la Tavirona

Este puente de hierro, que cruza el río Piedras, fue zona de paso del ferrocarril de la línea de Huelva a Ayamonte por Gibraleón cuyo recorrido era el siguiente: Huelva - Gibraleón – Aljaraque – Cartaya – Villablanca – Lepe - La Redondela - Isla Cristina - Ayamonte.

De estructura similar al puente del muelle del Tinto, en Huelva, este puente fue construido con los restos de un antiguo vagón de tren en 1931. Es una obra de ingeniería de 80 metros en dos tramos metálicos de 40 metros para franquear el Río Piedras a la altura del lugar que le da nombre al puente. La estación de tren de Cartaya, localizada en el Polígono Industrial La Estación, es actualmente un centro de servicios para el transporte de mercancía. La línea ferroviaria fue construida por el Estado. El Gobierno español consideraba el uso del ferrocarril de gran ayuda para la defensa de la frontera en el Guadiana en esta zona, empezando a funcionar por necesidades militares en 1936 por la guerra civil.

Fue en el año 1940 cuando se comenzó a utilizar ya de forma total, tanto para el servicio de mercancías como de viajeros. En el tráfico de mercancía destacaban productos como el pescado fresco, las conservas, los higos y los vinos, almendras y naranjas entre otros. La línea estuvo en funcionamiento durante apenas 50 años, debido a las innumerables ventajas que empezaron a ofrecer los transportes públicos por carretera en recorridos más cortos. Un tiempo insuficiente para su buen aprovechamiento y amortización de la inversión realizada.

El cierre definitivo se produjo en 1987. Por este motivo, se transformó la línea ferroviaria en caminos forestales. En 1990 se adaptó a Vía Verde Litoral, que se traza a lo largo de la antigua vía ferroviaria, pasando junto a los Parajes Naturales de las Marismas del Odiel, Marismas de Ayamonte e Isla Cristina, y de las Marismas del Río Piedras y la Flecha del Rompido.

En la actualidad se puede cruzar a pie, en bicicleta y a caballo. Es un lugar desde donde se puede apreciar una extensa panorámica del "Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido".

Pilares Mudéjares

Estas construcciones forman parte de una compleja instalación de captación y conducción de agua de los siglos XV y XVI. Son dos los que actualmente se pueden visitar, el Pilar de Mogaya y el Pilar de la Dehesa que, junto con un tercero desaparecido, el Pilar de la Mezquita, fueron tradicionalmente lugares de abastecimiento de la población y el ganado de Cartaya por la frescura y salubridad de sus aguas.

Constan de una fuente o abrevadero formado por dos estructuras rectangulares unidas, cubiertas con bóvedas y con algunos pequeños vanos en sus paramentos para facilitar la extracción de agua o su alcance por parte de los animales. Las edificaciones originales tenían solamente una estructura en cada pilar. Posteriormente se añadió una segunda estructura para conformar el pilar que podemos observar en la foto.

Se encuentra en una zona cultivada de cereales y naranjos, atravesado por un arroyo que proporcionaba agua al abrevadero. El central es el de Mogaya, a orillas de la Cañada de Mogaya, cerca del Km. 13 del antiguo camino a trechos hoy desaparecido. En cuanto al Pilar de la Dehesa, el más occidental, está situado junto al camino del Pilar, a unos 1500 metros del comienzo de dicho camino desde la carretera Cartaya-Tariquejo.

Castillo de San Miguel Arca de Buey

Del castillo solo se sabe que fue destruido por los piratas holandeses en el siglo XVI. Tenía forma de un cuadrado de unos treinta metros de lado y una superficie interior de 750 m2 aproximadamente. Fue realizado a base de sillarejos de piedra de diversos tipos procedentes de bloques mayores de tapial islámico. Se accedía desde el muro del flanco oeste y en su interior se distribuían las habitaciones y espacios de diversos usos.

Su función principal, aparte de la defensa de los habitantes de la Villa costera, era controlar el paso de la desembocadura de la Ría del Piedras. Sus restos están considerados Bien de Interés Cultural en la categoría de monumentos. Se encuentran ubicados en la parcela denominada Hacienda de San Miguel, que se localiza en el margen oriental de la desembocadura del Río Piedras, en el núcleo costero de El Rompido.

Actualmente, los restos del castillo, junto con otros restos arqueológicos  importante por su historia, están puestos en valor formando parte del Complejo Hotelero Fuerte de El Rompido. El Castillo se encuentra junto a la entrada  del hotel y campo de golf. Además se encuentra expuesto un horno de época moderna para que pueda ser observado y, en la ladera de dicho lugar se encuentran restos del poblado acondicionado a modo de sendero e indicado a través de placas informativas.

Real de la Almadraba

Situado en el ‘Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido’, el ‘Real de la Almadraba’ permaneció activo desde 1929 hasta 1963. Este antiguo complejo de edificios fue un poblado que llegó a albergar a unas 900 personas, almadraberos y sus familias, dedicados a la captura del atún o actividades relacionadas con la explotación de la almadraba. Las construcciones constaban de: Casa del Capitán, caracterizada por su torreón de planta cuadrada, vivienda y oficina del administrador de tierra, además de zonas de trabajo y almacenamiento como: embarcadero, caseta del gasoil, calderas y chimenea, alquitranadero, naves de almacenamiento, escurridero, explanada entre la casa del Capitán y la caseta de gasoil, donde se llevaban a cabo labores de mantenimiento y reparación de redes y pertrechos. También incluía un área residencial, donde se ubicaban las viviendas, compuesta por once barracones de los que se conservan nueve, y un area de servicios básicos: barbería, talleres de artesanos, botiquín, escuela entre otros.

La almadraba es un arte para la pesca del atún empleado desde tiempos prerromanos. Consiste en situar dos barcos a cierta distancia entre los que se cala una red  sujetada con un palangre en la que se capturan los atunes y otras especies de peces. 

Molinos Mareales

Son construcciones industriales del S.XIX, de origen mudéjar, que se repiten a lo largo del margen del Río Piedras.  Existían tres molinos; Molino de Aceña o de la Ribera, Molino de la Punta del Pozo y Molino de Legrete. Estas infraestructuras formaron parte importante del desarrollo de la vida económica en Cartaya. De ellos, prácticamente quedan la parte viva de un molino mareal, el Molino de Legrete, cuya capacidad molinera fue de cuatro muelas.

Este molino fue declarado Bien de Interés Cultural en junio de 2010. El edificio es de planta rectangular orientado según un eje Este-Oeste, cuya fachada meridional y occidental están actualmente rodeadas por un estero, vestigio del sistema hidráulico original. La compuerta que llenaba la caldera se encontraba en la fachada occidental, anexa al propio molino. Conserva buena parte de los muros en mampostería y ladrillo, cárcavos y arcada de la compuerta. Hoy en día debido a los avances tecnológicos, no hay ninguno en funcionamiento, lo que ha provocado su abandono y su posterior deterioro.